Avivamiento – Apóstol Rene Santisteban – Congreso Avivate 2024
Avivamiento – Apóstol Rene Santisteban – Congreso Avivate 2024
Avivamiento – Apóstol Rene Santisteban – Congreso Avivate 2024
Introducción
El versículo 2 Timoteo 1:6 es una exhortación de Pablo a Timoteo, su discípulo y colaborador cercano, en el cual le anima a reavivar el don de Dios que hay en él. Este pasaje no solo es significativo en el contexto de la relación mentor-discípulo, sino que también tiene una relevancia profunda para todos los creyentes que buscan vivir una vida cristiana activa y comprometida.
Texto del Versículo
«Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.» — 2 Timoteo 1:6 (RVR1960)
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Contexto Histórico y Cultural
La Segunda Epístola a Timoteo es considerada la última carta escrita por el apóstol Pablo, durante su segundo encarcelamiento en Roma, poco antes de su ejecución. Es una carta personal y conmovedora, llena de consejos y ánimo para Timoteo, quien estaba liderando la iglesia en Éfeso en tiempos de persecución y dificultades.
Análisis del Versículo
- «Por lo cual te aconsejo» Pablo comienza con un consejo, una exhortación basada en su autoridad apostólica y su relación cercana con Timoteo. Este consejo es una llamada a la acción, a no dejarse llevar por el desánimo o el miedo.
- «que avives el fuego» La metáfora del fuego es poderosa. En la antigüedad, mantener el fuego encendido era esencial para la supervivencia. Un fuego que se apaga necesita ser reavivado, soplando sobre las brasas y añadiendo combustible. Esto implica una acción continua y deliberada por parte de Timoteo.
- «del don de Dios que está en ti» Pablo se refiere a un don específico dado por Dios a Timoteo. Este don, reconocido y confirmado por la imposición de manos de Pablo, probablemente se relaciona con su llamado al ministerio y las habilidades espirituales necesarias para cumplirlo.
- «por la imposición de mis manos» La imposición de manos era una práctica común en la iglesia primitiva para designar y bendecir a alguien para un ministerio específico. Esta frase subraya la legitimidad y autenticidad del don de Timoteo, así como el respaldo y la responsabilidad comunitaria.
Aplicación Práctica
1. Reconocer Nuestros Dones
Cada creyente tiene dones y talentos dados por Dios. Estos dones no son solo para nuestro beneficio personal, sino para el servicio de la iglesia y la extensión del Reino de Dios. Reconocer y aceptar estos dones es el primer paso para reavivarlos.
2. Acción Deliberada
Reavivar el don de Dios requiere esfuerzo y compromiso. No es suficiente reconocer que tenemos un don; debemos nutrirlo y desarrollarlo a través de la práctica, la educación y la dependencia continua del Espíritu Santo.
3. Comunidad y Rendición de Cuentas
La mención de la imposición de manos destaca la importancia de la comunidad en el desarrollo de nuestros dones. Estar conectados a una comunidad de fe nos proporciona apoyo, consejo y corrección, elementos esenciales para nuestro crecimiento espiritual.
4. Superar el Miedo y el Desánimo
El contexto de esta exhortación sugiere que Timoteo podría haber estado enfrentando miedo o desánimo. Pablo le recuerda que el espíritu que Dios nos ha dado no es de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio (2 Timoteo 1:7). Este recordatorio es crucial para cualquier creyente que lucha con dudas o inseguridades.
Conclusión
2 Timoteo 1:6 es un llamado perenne a todos los creyentes a no dejar que los dones de Dios en nosotros se apaguen. Nos desafía a tomar acciones concretas para mantener viva la llama de nuestra vocación y servicio. Siguiendo el ejemplo de Pablo y Timoteo, podemos encontrar en la fe, la comunidad y el Espíritu Santo, la fortaleza necesaria para reavivar y mantener encendidos los dones que Dios ha depositado en nosotros.
Dios ha depositado en nosotros.