El Dios de paz os santifique – Apóstol Rene Santisteban
El Dios de paz os santifique – Apóstol Rene Santisteban
El Dios de paz os santifique – Apóstol Rene Santisteban
En el vasto océano de la literatura bíblica, hay versículos que resplandecen como joyas incrustadas en la corona de la sabiduría espiritual. Uno de estos tesoros escondidos se encuentra en la primera carta de Pablo a los Tesalonicenses, en el capítulo 5, versículo 23. En este verso, Pablo expresa una verdad profunda y fundamental sobre la naturaleza integral del ser humano y la obra transformadora de Dios en nuestras vidas.
El verso 23 del capítulo 5 de la primera carta a los Tesalonicenses dice así: «Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.»
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La Santificación: Un Proceso Continuo
La palabra «santificar» proviene del griego «hagiazo», que significa «ser apartado, ser consagrado». La santificación es un proceso continuo en la vida del creyente, en el cual somos separados y transformados para ser más como Cristo. Pablo no solo pide por la santificación de los tesalonicenses, sino que apunta a la fuente misma de toda santificación: Dios.
La Naturaleza Integral del Ser Humano
En este verso, Pablo destaca la integridad del ser humano al mencionar «espíritu, alma y cuerpo». Esta tricotomía refleja la comprensión bíblica de la naturaleza del hombre. El «espíritu» se refiere a la parte más elevada del ser humano, que está capacitada para la comunión con Dios. El «alma» abarca la mente, las emociones y la voluntad, y el «cuerpo» es nuestra envoltura física en este mundo.
Guardados para la Venida de Cristo
Pablo expresa el deseo de que todo el ser de los tesalonicenses sea guardado irreprensible para la venida de Cristo. Esta es una declaración poderosa que resuena en el corazón de cada creyente. Nos recuerda que nuestra santificación no es solo para beneficio personal, sino que nos prepara para encontrarnos con nuestro Salvador.
Implicaciones Prácticas
- Oración Constante: Así como Pablo oró por los tesalonicenses, nosotros también debemos orar constantemente por nuestra propia santificación y la de otros creyentes.
- Rendición Total: La santificación no es un proceso que podamos lograr por nuestra propia fuerza. Debemos rendirnos completamente a Dios y permitir que Él obre en nosotros.
- Cuidado Integral: Debemos cuidar de nuestro espíritu, alma y cuerpo. Esto incluye nutrir nuestra relación con Dios a través de la oración y la lectura de la Palabra, cultivar una mente renovada en Cristo y cuidar nuestro cuerpo como templo del Espíritu Santo.
- Esperanza en la Venida de Cristo: La realidad de la segunda venida de Cristo debe ser un motivador constante en nuestra vida diaria, impulsándonos a vivir de manera santa y preparada para encontrarnos con Él.
En resumen, 1 Tesalonicenses 5:23 nos ofrece una visión profunda de la naturaleza integral del ser humano y la obra transformadora de Dios en nuestras vidas. Nos recuerda que la santificación es un proceso continuo, que abarca todo nuestro ser y nos prepara para la venida gloriosa de nuestro Señor Jesucristo.