Eres el rey – Osiel Santisteban, Kairos El Renuevo
Eres el rey – Osiel Santisteban, Kairos El Renuevo
Eres el rey – Osiel Santisteban, Kairos El Renuevo
La afirmación de que Jesús es Rey es una verdad central en la fe cristiana que lleva consigo profundas implicaciones teológicas y prácticas. A lo largo de los siglos, los cristianos han proclamado la soberanía y el reinado de Jesucristo sobre todas las cosas, reconociendo que él es el Señor de la historia y el universo.
Letra de la canción:
Él es el Rey infinito en poder
Él es el Rey de los cielos
Seré para él siervo fiel
Pues mi vida compró con su amor
Él es el Rey lo confiesa mi ser
Él es el Rey de los siglos
Mi vida la rindo a sus pies
Él es Rey sobre mi corazón
Él es el Rey, él es el Rey, él es el Rey de mi vida
Él es el Rey, él es el Rey Reina con autoridad
Su reino eterno es, su trono el cielo es
Él es el Rey que viene a su pueblo a llevar
La Declaración Bíblica de la Realeza de Jesús:
La afirmación de que Jesús es Rey tiene sus raíces en las Escrituras, donde se le otorgan títulos como «Rey de reyes» y «Señor de señores» (Apocalipsis 19:16). Desde su nacimiento anunciado por los magos como el Rey de los Judíos (Mateo 2:2) hasta su proclamación como Rey durante su entrada triunfal en Jerusalén (Mateo 21:5), la Biblia presenta a Jesús como el Rey esperado y el Mesías prometido.
El Reinado Espiritual de Jesús:
Si bien Jesús no estableció un reino terrenal en el sentido político, su reinado trasciende las fronteras y limitaciones de este mundo. Como Rey, Jesús ejerce autoridad sobre el universo espiritual y gobierna en los corazones y vidas de aquellos que lo reconocen como Señor. Su reinado se manifiesta en la expansión del Reino de Dios a través del evangelio y la obra del Espíritu Santo en el mundo.
El Desafío a las Autoridades Terrenales:
La afirmación de que Jesús es Rey también implica un desafío a las autoridades terrenales que buscan ejercer poder y dominio sobre los demás. A lo largo de su ministerio, Jesús desafió las estructuras de poder corruptas de su tiempo, enseñando que su reino no era de este mundo (Juan 18:36) y llamando a sus seguidores a vivir en contra de las normas del mundo en favor del amor, la justicia y la misericordia.
La Llamada a la Lealtad y la Obediencia:
Reconocer a Jesús como Rey implica un llamado a la lealtad y la obediencia a su autoridad. Esto significa someter nuestras vidas y voluntades a su señorío y seguir sus enseñanzas y mandamientos en todas las áreas de nuestras vidas. Jesús no solo es nuestro Salvador y Redentor, sino también nuestro Rey y Señor, y nuestra respuesta a su llamado es vivir en conformidad con su voluntad soberana.
La Esperanza en el Reinado Eterno de Cristo:
Finalmente, la afirmación de que Jesús es Rey nos llena de esperanza en el reinado eterno de Cristo. Aunque enfrentamos desafíos y tribulaciones en este mundo, confiamos en que Jesús está sentado en el trono celestial, reinando con poder y autoridad sobre todas las cosas. Esperamos con anhelo el día en que todas las rodillas se doblarán y todas las lenguas confesarán que Jesucristo es Señor (Filipenses 2:10-11), y el reino de Dios será establecido en su plenitud.
En conclusión, la afirmación de que Jesús es Rey es una verdad central en la fe cristiana que tiene profundas implicaciones para nuestras vidas y nuestra comprensión del mundo. Reconocer su soberanía y rendirnos a su autoridad nos lleva a una vida de adoración, obediencia y esperanza en su reinado eterno. Que podamos proclamar con gozo y confianza que Jesús es nuestro Rey y Señor, ahora y por toda la eternidad.